Michelle Firth.
— No, no, no. — dijo Anna mirándonos reprobatoriamente — no harán una pelea de fangirls de McCartney aquí.
— Pero… — comencé
— No discutan. Después podrán pelearse por el amor de Macca.
— Bien — dijo Katherine. Espero que no crea que lo dejare tan fácilmente.
— No creas que…
— Tendrán todo el semestre para eso Michelle. —Interrumpió Sophia — Lo que realmente me preocupa es qué haremos.
Todas nos quedamos en silencio. Sophie se miraba las uñas, Katherine jugaba con su cola de caballo y Anna comenzó a hacer ruidos con la boca. Yo, simplemente recargué la cabeza en mi brazo, que estaba apoyado en la mesa; esperando a que alguna dijera algo.
— ¿Ideas? — Preguntó Katherine después de unos minutos y todas nos giramos a verla.
— Bueno, ¿Qué tal si hacemos un desfile de modas para caridad? — dije yo y entonces Katherine puso en blanco los ojos, Anna se rió de su expresión y Sophia frunció el ceño.
— Un desfile — repitió en voz baja
— O, podríamos entrar a una batalla de robots — dijo Katherine — en realidad es sencillo.
— ¿Puedes ponerle un lanzallamas? — Preguntó Anna divertida — Podríamos hacer parrilladas y jugar con él.
— Recuerden que todas tendríamos que participar activamente — nos recordó Sophie.
— Sí, si hiciéramos el desfile. — Dije algo incómoda con la actitud de las chicas — Podría diseñar la ropa, y bueno Anna manejaría el dinero y tú a los patrocinadores Sophia.
— ¿Y yo de aguadora? — preguntó Katherine molesta
— Puedes hacer el evento en Facebook — replique sarcásticamente.
— Mejor que tú elijas el color del robot — respondió Katherine.
— ¡Chicas, chicas! — Anna llamó nuestra atención — No hay que pelear, tengo la solución — e incrédulas la escuchamos — ¡Un desfile de modas donde haya robots modelos!
Esto era suficiente, tomé mis cosas y me levanté.
— Las veo en 2 horas — susurré y me fui a donde fuera lejos de mi nuevo equipo. Caminé sin rumbo mientras pensaba, sin detenerme.
<<Parece que le caigo mal a Katherine...>>
<<Robots, ¿En que estaba pensando?>>
“Escoge el color” — Repetí con sonsonete.
<< Bah. Ya sabía yo que sería una ñoña en cuanto se sentó delante. >>
Después de dejar unos edificios atrás, comencé a sentirme mal. En realidad no le había dado ninguna oportunidad a la chica. Quizá todas estuviéramos nerviosas por todo el asunto. Anna es muy graciosa. Y Sophia parece muy amigable, y Katherine, bueno…Katherine tiene buenos gustos, creo. Me giré para volver con ellas, pero no sabía donde rayos estaba.
— Genial. Ahora estoy perdida.
— Mi damisela en apuros.
— Hola — dije sin mucho ánimo reconociendo la voz.
— Bueno, podemos quedarnos aquí parados toda la mañana o puedes regresarme mi abrigo linda y después te llevo a donde necesites. — Michael Conner me miraba con la misma sonrisa burlona de la mañana — A menos claro, que te de frío de nuevo.
— No tenía frío. — Dije mirando hacia otro lado — Además todos me veían como un bicho raro.
— Estabas temblando — recordó el — ¡Imagínate un bicho raro que tiembla!
— ¡No estaba temblando! — exclamé, le lancé su abrigo, y comencé a dar zancadas hacia lo que esperaba era el edificio B.
— ¿Qué no estabas perdida? — dijo él al lado de mi, pero me limité a no contestar — Irás más rápido si me dices a dónde vas.
— Puedo preguntar — dije acelerando el paso y el soltó una carcajada.
— No seas necia chica. — dijo el llegando a mi lado y intentando quitarme mi bolsa. Instintivamente, me giré hacia un lado y lo golpee con ella, directo en la cara.
— ¡Auch! — se quejó el.
— ¿Pero qué intentas hacer? — pregunté.
— ¿Ayudarte a cargar tus cosas? — Respondió con la mano en el ojo — Después de todo eres una damisela muy difícil. Rodé mis ojos y le di la bolsa. El sonrió satisfecho y comenzó a caminar demasiado rápido. Tuve que alcanzarlo dando zancadas, y cuando lo alcancé le dije que bajara la velocidad. Después de varios minutos, llegamos cerca del edificio B.
— Bueno, ya. — Dije mirando a Michael y estiré mi mano. — Dame mi bolso.
— A sus órdenes. — hizo una reverencia y me puso la bolsa. Después tomó mi mano y la besó.
— ¡Vaya! — oí un grito y me gire. Anna me guiñó un ojo y Sophie reía.
— Ya me voy — dije soltando mi mano de las de Michael y camine lo más rápido que pude hacia ellas.
— ¿Quién es? — dijo Sophie con una sonrisa.
— Un tal Michael — dije buscando a Katherine — ¿Y Katherine?
— Te fue a buscar — respondió Anna — se sintió un poco mal por su actitud.
En cuanto Anna terminó de hablar, sentí un golpe por la espalda.
— ¡Lo siento Michelle! — gritó Katherine a mis espaldas mientras chocaba conmigo por correr hacia mí. — Fui muy grosera. Estoy muy nerviosa y…
— Bueno, sólo no la tires y ya. — dijo Anna
— No te preocupes Katherine yo… — comencé pero me interrumpió
— No quiero perder la beca.
— ¡Oh! ¿Eres la de la beca Winderwald? — dijo Sophia
— Sí
— Ya resolveremos algo — dijo Anna intentando inyectarle ánimos.
— Bueno, pensaremos en eso después — dijo Sophie — porque ahí viene Susan.