Anna Black
Salí de uno de los baños de la casa de Michelle, que se
había convertido en nuestro lugar favorito para estar. Sin padres, sin reglas y
sobretodo con un montón de espacio.
Me había metido para ponerme mi pijama; unos shorts azules
con una playera de tirantes. Era la pijama decente que tenía, ya que la mayoría
de las noches, me conformaba con unos pants y una playera rota, grande o vieja,
a veces robaba las de mi papá.
Cuando entré al cuarto de la banda, se me quedaron viendo
como si tuviera monos en la cara.
— ¿Qué? — dije sentándome en un sillón
y poniéndome un cojín entre los brazos. Katherine rasgueaba su nueva guitarra
eléctrica, ella tenía un jersey a rayas de los Yankees y unos pantalones
delgados color azul rey. Sophie tenía un elegante camisón largo, y arriba de
eso, una falda, Michelle tenía una pijama de felpa, como si tuviera un disfraz
de panda, con todo y gorro con orejas, y pantuflas de las patas de oso.
— ¿No tienes frío? — preguntó Michelle,
abrazándose mientras me veía.
— Ya no es verano. — Susurró Katherine
mientras seguía rasgueando, y me sorprendió que esas dos estuvieran de acuerdo
en algo.
— Hace calor — dije rebuscando un casete en mi mochila. Ambas se
encogieron de hombros. Sophie se había vuelto a pegar a su computadora mucho
antes de que me sentara en el sillón y tecleaba a mil por hora.
La verdad, estaba muy cansada, y quería
dormirme, pero no habíamos ensayado nada
para la banda.
Para nuestra desgracia, las clases
habían comenzado hacía dos semanas. Teníamos ocho materias y parecían como
dieciséis. Las peores para mi eran Cálculo de Katherine y Confección de
Michelle.
No entendía ni la mitad de la primera materia. Y odiaba
hacer cosas manuales. Me pinchaba el dedo a cada dos por tres, estaba harta de
eso, y además, la maestra me tenía manía. A Hale se le dificultaban mis
materias, era increíble que no pudiera hablar en público, se ponía roja, se le
trababan las palabras, y olvidaba todo lo que iba a decir, yo creí que era
adorable en cuanto la vi, pero no creo que al profesor le parezca muy adorable,
y la pase de grado.
Así que hemos estando trabajando en
eso, cada una nos da clases de la materia en la que es fuerte, pero eso nos ha
quitado demasiado tiempo para la banda.
Sophie tiene muchos planes, nos saca
fotos, ha hecho un par de llamadas por ahí y por allá, y la semana pasada llegó
emocionadísima con un poster de un concurso de bandas, aquí en Nueva York.
Todas pensamos que estaba loca.
Necesitábamos dos canciones originales para ese concurso, además de que hale
debía comprar una guitarra eléctrica con sus ahorros, ya que nunca ganaríamos
con dos acústicas, y todas lo sabíamos.
Al final, el gran poder persuasivo de
Sophie, que, en serio no se como lo consigue, nos hizo inscribirnos al dichoso
concurso. Llevábamos un mes ensayando, y creíamos que si sacábamos dos buenas canciones, tendríamos una oportunidad.
Katherine había estado trabajando en
unas letras para canciones, además de una página web. Ella y yo le estábamos
intentando poner música juntas. Por su
parte, Michelle se la pasaba haciendo bocetos de lo que llevaríamos y de el
logo de la banda. Sophie seguía planeando cosas en su portátil, nos dirigía a
todas, y daba ideas en todos los proyectos.
— ¿Comenzamos chicas? — Sophie apartó
la vista de su ordenador, e hizo una sonrisa satisfecha a todas. Cada una asintió a su modo, Katherine dejó de
rasguear, Michelle de dibujar, yo sostuve mi casete y la miramos para que
prosiguiera — Bueno, quiero felicitar a Katherine por la página web, te está
quedando cada vez mejor, y los diseños son soberbios Michelle. — Ambas
agradecieron, y entonces alcé la mano.
— Eh, ¿jefa? — Todas me voltearon a
ver, y Michelle soltó una risita
— Sí, ¿Anna?
— Creo que tengo nuestra canción número
dos.
— Genial, ¿Es algo que escribiste?
— Uh, no — dije mientras ponía el
casete en la grabadora — Digamos que, encontré esto en una de las cajas de mi
papá, creo que está genial. Claro, podríamos hacerle unos arreglos. Pero, tiene
potencial. Busqué en internet, y no hay nada. Creo que es algo que nunca se
sacó.
— Interesante — dijo Katherine, y se
sentó derecha, tomando de nuevo su guitarra, para seguir la canción.
Puse play y comenzó a sonar la voz de
una chico asiático con un violín con el que sólo marcaba el ritmo.
Spiderman,
Spiderman
Does
whatever
a
spider can.
Katherine asintió y comenzó a
acompañar, Sophie golpeaba con baquetas invisibles en el aire y Michelle
comenzó a seguir los movimientos con un pie.
Spins
a web, any size
Catches
thives just like flies.
Hey
there, here comes the spiderman!
Las chicas tenían una sonrisa en el
rostro, y cuando terminó todas estaban satisfechas.
— Genial, Anna. — dijo Sophie extasiada
— Y, si no está en internet, seguro no tiene copyright. Podemos hacerle los
arreglos, y podemos agregarle más letra. Además, está basado en una leyenda
urbana de Nueva York.
— ¿Leyenda urbana? — pregunté
confundida, yo no sabía nada de ningún Spiderman.
— Son rumores — dijo Katherine, que
hizo la misma sonrisa que mostraba cada vez que hablaba de algo que le
apasionaba, Michelle también las miraba extrañada. — De que había un justiciero
enmascarado que tenía poderes arácnidos, y atrapaba ladrones y detenía villanos
hace algunos años aquí en Nueva York. Muchos dicen que no es cierto, y mi mamá
dice que deje de meterme en esas cosas, pero yo creo que existió.
— Algunos incluso dicen que había mas
héroes con poderes — continuó Sophie — iban por ahí, salvando personas y,
luchando contra el mal.
— Ahora me gusta más — dije yo
— ¡Vamos a sacarla! — exclamó Michelle
emocionada, así que muy animadas, nos levantamos y fuimos a tocar.
— Esperen, no hemos dicho quien cantará
— dijo Katherine, pasándose la correa de la guitarra por encima. Yo no quería,
odiaba cantar el público. Prefería limitarme a tocar mi hermoso bajo. Además, Katherine
necesitaba vencer su miedo al público.
— ¡Yo voto por Hale! — grité e
inmediatamente, Sophie y Michelle alzaron las manos y dijeron que ellas igual,
se ve que ninguna de las dos quería ser
vocalista.
— ¡No! — exclamó Katherine — No, yo no…
—
Lo siento, el pueblo ha hablado — dijo Sophie mientras se sentaba en la
batería. — Además desde aquí es difícil que yo cante.
— No te preocupes — le dijo Michelle —
Las de los Beatles nos las turnaremos.
— Sí, claro — dijo Katherine que no
sabía si estar molesta, con temor o echarse a llorar, ahora que sabía que no la
dejaríamos salirse de eso.
Sophie contó con las baquetas, y
comenzamos a ensayar.
GENIAL!!!!!!! como siempre :D
ResponderEliminarMe encantoooo!! y la canción es agdshadhjsjk xD
y vaya soy mandona xD
Muy muy bueno!! espero ansiosa el próximo :D
Faltaba yo.
ResponderEliminar¡PENSÉ QUE YO CANTARÍA! Como casi y soy Mio ahí xD pero no me molesta, adelante, canta tranquila que la idea tampoco me emociona mucho jajajajaja
ah, lo amé y y y estuvo genial y quiero mas y sospecho que papá fue un héroe (?)
te amo, parabatai ~