domingo, 1 de junio de 2014

The low Manhattan is surprisingly good.



Sophie McGee

Antes de pasar a casa de Michelle, pasamos por los instrumentos de las chicas en mi auto, cantando el disco de Sgt. Pepper a todo volumen mientras manejaba por las calles de Nueva York. Michelle se sentó junto a  mi, y Katherine y Anna se acomodaron en los asientos de atrás.

Primero fuimos a la casa de Katherine, que era la más alejada de todas. Me gustó el barrio en el que vivía había muchos comercios, y departamentos en las plantas altas, se veía bastante bien. Y podía conseguir de todo allí. Llegamos a un café que iba a tener una inauguración, y abrió una puerta que estaba al lado que tenía un pasillo, y unas escaleras con varias macetas. 

— Es arriba — Katherine que se colocó detrás de nosotras, y nos dejó pasar. — Adelante, están en su casa.

Yo subí la primera, y llegué a una sala agradable. Llena de libreros con libros, y sin una televisión. Había más plantas. Y la decoración era muy linda. Había un comedor de madera a la derecha, y dos puertas y un pasillo.

Escuché algo chirriando, y agudicé el oído, parecía una llave de agua que se cerraba.

¿Estaría su mamá en casa?

Y entonces, la puerta que estaba frente a mí se abrió, y salió un chico de cabello chino oscuro, un poco más alto que yo en toalla. Yo, me llevé las manos a la boca y lancé una exclamación. El chico gritó y entonces se fue corriendo al pasillo.

— ¿Qué sucedió? — dijo Katherine, que subió corriendo con Michelle.

— Un, ¡un chico! — Comencé  a decir, pero no pude terminar, porque el chico volvió con unas gafas y un bate.

— Bruce, son mis amigas — dijo Katherine molesta — ¿Por qué estás en toalla, y con un bate?

— Se supone que estabas en la escuela — respondió él defendiéndose — me metí a bañar y dejé los lentes allá. Alguien gritó cuando salí del baño.

Sentí que mis mejillas enrojecían y mi estómago se revolvía.

— Lo siento — dije apenada, y miré la alfombra.

— No lo sientas, Sophie — dijo Katherine bromeando. — Cualquiera que vea a mi primo en toalla, grita y corre. —Bruce rió y le dio con el bate en el brazo, aunque sin aplicar fuerza. — ¡Oye! — reclamó ella y le hizo un puchero.

— Bueno, señoritas, me voy. Están en su casa — dijo Bruce mientras caminaba hacia el pasillo. — ¡Le diré a tía Emma que no estás en la escuela!

— Sólo vine por unas cosas. — gritó Katherine, y se oyó como cerraba las puertas. Después se volvió a nosotras — Lo siento, chicas. Es mi primo. El y mis otros dos primos se están quedando con nosotras.

— Pues, no se parecen — comentó Michelle mirando detenidamente el cabello rubio platino de Katherine, y sus rasgos.

— Bueno, no son mis primos. Eso decimos, pero mi madre y la suya han sido muy amigas desde que puedo recordar. Así que, sí. Para nosotros somos como primos.

— ¿Quién? — dijo Anna que llegó con cuatro cafés en la mano. — Me dejaron sola allá abajo en la cafetería.

— Mi primo Bruce — dijo Katherine mientras dejaba sus llaves colgadas en la pared. — Oímos a Sophie gritar.

— Sophie vio al amigo de Katherine en toalla — Dijo Michelle riendo — Y, no está mal.

— ¿Ven  chicos lindos en toalla y no me llaman? ¡Me pierdo de todo! — exclamó Anna y dejó el café en la mesa del comedor.

—Linda casa, Hale. — comentó. — No nos habías traído.

— Oh, de verdad lo siento, pero en la tarde esto es un desastre, están mis dos primos, y mi prima y no nos dejarían estar en paz.

  Oh bien  — dijo Anna con un tono lastimero — No nos quieres aquí, para coquetear con tu guapo primo en toalla.

— No es su primo. — Dijo Michelle — Quizá le gusta y no quiere enseñarlo por eso.

No sé por qué, pero no me gustó ese comentario. Eran como hermanos, ¿no?, ¿Por qué iba a gustarle? No es que a mí me guste, pero eso sólo arruinaría la relación que tienen, y pondría incómoda a su familia.

— Ay, chicas. Mejor voy por mis instrumentos, siéntense por favor. — dijo señalando la sala, y todas lo hicimos. Después de que se fuera, nos pusimos a ver los portarretratos que había en una mesa.
Anna levantó una de Katherine cuando niña, estaba abrazando a su madre.

— ¡Miren, tienen el cabello igual! — Todas volteamos a ver la foto — Aunque no sacó sus ojos azules, los de Kat son como…cafés, creo. Y sus facciones no son tan parecidas, debe haber salido a su papá. Y las cejas…son gruesas, y… —

En ese momento Katherine volvió con dos maletas grandes y me ofrecí a ayudarla con su teclado. Michelle se levantó a ayudarme y Anna se quedó mirando la foto, y después negó con la cabeza. Se levantó rápidamente, y tomó los cafés que había dejado en el comedor, para después ponerse detrás de Michelle y de mí, que descendíamos en las escaleras.

Una hora después ya teníamos todos los instrumentos, y llegábamos a la casa de Michelle.

— ¡Amo este lugar! — exclamó Anna en cuanto Michelle subió los switches que tenía para la luz, y toda su casa se iluminaba. — Es como esas tiendas donde te dicen como decorar tu casa. —

Y es que, la madre de Michelle había logrado acomodar todo a su gusto, el tamaño de los cuartos, la decoración. Y el lugar era alto con ganas. Era lo más genial de vivir en lo que antes había sido una bodega.

— Es la ventaja de que tu madre sea una decoradora afamada — sonrió Michelle, y nos llevó por un pasillo que tenía cuadros impresionistas. — Tengo un lugar perfecto para nuestros ensayos. Después del largo pasillo, llegamos a una puerta morada. Michelle la abrió y llegamos a una sala con forma hexagonal, grande. 

Con dos mesas rectangulares negras, unas seis sillas. Un par de sillones rojos, una mesita redonda baja blanca y el centro despejado. Me encantaba, era perfecto para la banda. Por primera vez en mucho tiempo, de verdad estaba emocionada por algo.

— Tenemos planeado hacerlo un cuarto de juegos, pero hasta ahora no es nada.

— ¡Es genial! — dije dejando una de las cajas de mi batería en el suelo.

— Tiene un lindo espacio.

— Podríamos poner nuestras fotos en la pared. Traería un restirador, y mi maniquí, y mis cosas de costura en esa esquina— dijo Michelle emocionada.

— Tiene una luz excelente —  comentó Katherine  y se sentó en un sillón — Oh, no me levantaré de aquí.
Anna al oírla se sentó junto a ella, a probar el sillón.

— Yo tampoco, Katie.

— ¿Han pensado que tipo de música tocaremos? — pregunté jalando una silla, y después sentándome frente a ellas,  Michelle me imitó.

— ¿Rock? — preguntó Michelle

— Eso es muy vago — dijo Anna mirándose las uñas — hay muchos tipos de rock.

— Bueno, ¿alguna escribe? — Anna y Katherine se removieron incómodas en su asiento.

— Yo digo que….lo tomemos como salga — dijo Michelle

— O, bueno…tenemos dos guitarras, un bajo, una batería y un teclado, ¿no? — dijo Katherine, resaltando lo obvio.

— ¿Y? — preguntó Anna

— ¿Recuerdan otra banda que tuviera esos instrumentos?

— Casi todas — respondió Michelle, pero algo en mi cabeza hizo click.

— ¡The Doors! — exclamó Anna al mismo tiempo que yo dije:

— ¡The Beatles!

— ¿Una banda tributo?, pero hay muchas…

— Pero no de chicas — sonrió Katherine. — Inclusive se me ocurre un nombre…The Cattarines.

— ¿Son los bichitos con la espalda roja y con puntos? — pregunté recordando algo que había visto en un museo.

— Exacto, así les dicen en español.

— Son como los escarabajos, pero en niña — Sonrió Michelle. — Me gusta.

— Y eventualmente, podemos cantar nuestras propias canciones, ¿no? — dijo Anna

— Eso sería importante. — Dije yo — Sería lo mejor.

— Bien, en lo que las sacamos — dijo Katherine.

Y, ese fue el día que comenzó nuestra banda.

2 comentarios:

  1. Chico en toalla y Anna se lo pierde. No, no, no... por andar pensando en café.
    Ya te lo había dicho, ¡es genial! y y y y tenemos una banda y y y asadsfasdfsdf toco bajo y de nuevo, los Parker son muy distraídos xD

    te amo, sigue escribiendo y ya.

    me fui.

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  2. adsgafhgdahsdjakdshgs *------------* Bruce en toalla *----------*
    (limpia su baba del teclado) xD
    Ay, que buen capítulo!!! y tenemos una banda!!! y toco la bateria!!! soy genial xD
    Me encantoooo!! :D :D

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